Vacunas Contra el Cáncer

Tratamiento de Inmunoterapia

Los intentos previos que utilizaron vacunas convencionales, preparadas con células dendríticas (las clásicas células presentadoras de antígenos) y extractos o péptidos de cáncer, no resultaron en una regresión efectiva del cáncer. Sin embargo, se espera que, con nuestra comprensión mejorada en este campo y la disponibilidad de agentes necesarios para activar el sistema inmunológico del paciente, aumente la tasa de éxito de las vacunas terapéuticas y profilácticas contra el cáncer.

¿Qué Son las Vacunas Contra el Cáncer?

Las vacunas contra el cáncer están diseñadas para activar la respuesta del sistema inmunológico ante la presencia de células cancerosas. Por lo tanto, se consideran una forma de inmunoterapia. El objetivo de estas vacunas es activar la función inmunológica adaptativa, de modo que pueda reconocer las células cancerosas como “no propias”, desencadenando una respuesta de ataque similar a la que ocurre contra organismos infecciosos.

¿Cómo Funcionan las Vacunas Contra el Cáncer?

En muchos tipos de cáncer, las células malignas mutadas pueden tener antígenos en su superficie celular diferentes de los de las células sanas. En pacientes con cáncer, el sistema inmunológico no logró responder incluso ante una sola célula cancerosa iniciadora, y por esta razón, la enfermedad progresa. Para inducir una respuesta inmune efectiva contra el cáncer, es importante primero neutralizar todos los reguladores negativos y luego activar el sistema inmunológico para reaccionar contra las células cancerosas o sus lisados, que son ligeramente diferentes de las células cancerosas existentes. El propósito de la vacunación contra el cáncer es presentar al sistema inmunológico células cancerosas ligeramente modificadas (o sus lisados) para maximizar la activación de la respuesta inmune contra los antígenos cancerosos modificados. La reacción contra “lo modificado propio”, o en otras palabras, convertir células cancerosas “frías” en “calientes”, puede resultar en la inducción de una respuesta inmune efectiva contra el cáncer, y esto es lo que se espera que logren las vacunas contra el cáncer.

¿Cómo se Producen las Vacunas Contra el Cáncer?

Desafortunadamente, la experiencia pasada con vacunas convencionales que utilizan células presentadoras de antígenos, como las células dendríticas pulidas con antígenos cancerosos, resultó en resultados decepcionantes. En Biotherapy International, recomendamos el uso de vacunas personalizadas preparadas a partir del tejido tumoral del paciente, que ha sido criopreservado, y que puede almacenarse en nuestro banco de tumores.

La idea detrás de nuestro enfoque para las vacunas patentadas se basa en mezclar extractos nativos no inmunogénicos (“fríos”) preparados a partir de células cancerosas, previamente ignoradas por el sistema inmunológico del paciente, con extractos de células cancerosas “calientes” modificados mediante uno o dos enfoques posibles para convertir extractos cancerosos no inmunogénicos en inmunogénicos:

  1. Mezclar extractos de tejido canceroso con un componente biológico activador del sistema inmunológico (como la toxina de Coley), resultando en la inducción de una respuesta inmune contra toxinas bacterianas extranjeras.
  2. Mezclar extractos de tejido canceroso con un virus oncolítico inofensivo, con el objetivo de activar una respuesta inmune contra antígenos cancerosos “decorados” con antígenos virales.

¿Son Seguras las Vacunas Contra el Cáncer?

Desde la perspectiva del paciente, el tratamiento basado en el uso de vacunas contra el cáncer representa un enfoque muy seguro y lógico para combatir esta enfermedad. En la actualidad, la aplicación clínica de las vacunas contra el cáncer solo puede llevarse a cabo en clínicas que no están restringidas por las autoridades regulatorias.

La opción de utilizar vacunas contra el cáncer debe considerarse tan pronto como se diagnostique la enfermedad. Si se indica cirugía para el diagnóstico o tratamiento, el paciente puede solicitar al cirujano que conserve parte del tejido canceroso criopreservado para su uso futuro, si es necesario. Los extractos de tejido canceroso deben ser criopreservados a la temperatura más baja posible (-80 °C o -196 °C) o transferidos a un refrigerador disponible en el Banco de Tumores de Biotherapy International.

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