Los virus oncolíticos son virus que tienen la capacidad de atacar células cancerosas, en lugar de células sanas. Aunque la posibilidad de utilizar virus como forma de terapia contra el cáncer fue descubierta por primera vez en 1960, la investigación sobre el uso de virus oncolíticos para tratar cánceres que, de otro modo, serían resistentes, comenzó mucho más tarde. Hoy en día, este tema se ha vuelto muy relevante, pero los científicos aún están tratando de explorar su pleno potencial clínico.
Virus Oncolíticos Tempranos
El vínculo entre las infecciones virales y la regresión del cáncer se centró en agentes potencialmente peligrosos, como el poliovirus, el adenovirus y ciertas cepas del herpes. Sin embargo, algunos de estos intentos resultaron difíciles de controlar, ya que podían provocar infecciones sistémicas difíciles de tratar. Por esta razón, el uso de virus oncolíticos fue abandonado por un tiempo. No obstante, hacia el cambio de milenio, varios avances en el mapeo de ADN y ARN permitieron a los investigadores concentrarse en virus inofensivos e introducir modificaciones precisas en el ADN o ARN de un virus.
¿Cómo Funcionan los Virus Oncolíticos?
Para entender cómo los virus oncolíticos pueden inducir efectos anticancerígenos, es importante comprender que los efectos anticancerígenos de los virus oncolíticos efectivos son mediados por dos mecanismos de acción independientes. Primero, producen citotoxicidad anticancerígena directa, y segundo, generan una respuesta inmunitaria mediada por el propio sistema inmunológico del paciente contra las células cancerosas que expresan antígenos virales.
Los virus oncolíticos son capaces de dirigirse a tipos específicos de células cancerosas o muestran una fuerte preferencia por ellas. Estos virus tienen receptores que pueden unirse a las células cancerosas, y algunos de ellos pueden ingresar a la célula. Una vez dentro, los virus comienzan a replicarse. Esto resulta en la muerte de la célula huésped a través de un mecanismo conocido como apoptosis. Después de ser destruidas, las células se desintegran y liberan una gran cantidad de partículas virales (conocidas como “viriones”) en el torrente sanguíneo o en células cancerosas vecinas. Estos viriones se unirán a otras células cancerosas cercanas, y el proceso se repetirá.
Sin embargo, este ciclo es limitado, ya que se espera que el sistema inmunológico del paciente comience a detectar la infección y ataque al virus. Si quedan células cancerosas residuales en este punto, el paciente necesitaría recibir una dosis adicional del virus. Quizás esta sea la razón por la cual los efectos anticancerígenos de los virus oncolíticos pueden potenciarse cuando se administran junto con terapia de radiación o quimioterapia, ya que estas suprimen parcialmente el sistema inmunológico, retrasando así la respuesta inmune contra los virus. Los efectos sinérgicos de la terapia de radiación, la quimioterapia y los virus oncolíticos pueden facilitar que estos últimos penetren más fácilmente a través de la membrana celular de las células cancerosas dañadas.
¿Cómo se Puede Mejorar la Eficiencia de los Virus Oncolíticos?
La expresión de antígenos virales en células cancerosas que nunca activaron el sistema inmunológico puede servir ahora como objetivos contra las células “modificadas”. En otras palabras, convertir objetivos “fríos” en “calientes” resulta en la inducción de una inmunoterapia anticancerígena efectiva. La activación del sistema inmunológico contra las células cancerosas “decoradas” con antígenos virales puede amplificarse mediante una activación adicional del sistema inmunológico.
Una forma de lograr esto es combinando la terapia con inmunoterapia mediada por células. En este caso, los virus se utilizan para “marcar” las células cancerosas, que luego pueden ser mejor atacadas por el sistema inmunológico del paciente. Alternativamente, los virus oncolíticos pueden combinarse con tejido tumoral criopreservado y luego utilizarse para producir vacunas anticancerígenas. Por esta razón, Biotherapy International recomienda a sus pacientes que criopreservan parte del tejido tumoral en su banco de tumores, ya sea después de la extirpación quirúrgica del tumor o durante una biopsia si la enfermedad recurre. A veces, cuando la enfermedad residual o recurrente puede accederse de manera fácil y segura, el virus oncolítico puede inyectarse directamente en el tejido tumoral, convirtiendo un tumor primario existente o una metástasis tumoral visible en una vacuna interna in situ.
La combinación de virus oncolíticos y vacunas anticancerígenas ha demostrado ser notablemente efectiva y fácil de usar. Esto se debe a que actúa a través de un mecanismo dual: por un lado, inducirá citotoxicidad en las células cancerosas, y por otro, convertirá células cancerosas no inmunogénicas en objetivos para el sistema inmunológico.
¿Cómo se Administran los Virus Oncolíticos?
Los virus oncolíticos se administran generalmente a través de inyecciones intravenosas (IV). Como se indicó anteriormente, para tumores localizados en una ubicación accesible, los virus oncolíticos también pueden inyectarse directamente en la masa tumoral. Esto ayudará a convertir el sitio del tumor en una vacuna interna anticancerígena, que continuará produciendo los viriones necesarios para combatir el cáncer, así como servir como objetivos para la estimulación continua del sistema inmunológico del paciente contra las células cancerosas.
En Biotherapy International, utilizamos dos tipos de virus oncolíticos. Estos se derivan de virus aviares, para ayudar a garantizar que no ataquen las células humanas sanas. La administración intravenosa sistémica de virus oncolíticos aún está pendiente de aprobación regulatoria, pero puede realizarse en una de nuestras clínicas satélites en el extranjero.